Pues que te caerá una denuncia por manipulación indebida de los muñecos. Eso le pasó a un cura alemán que, con el objetivo de explicar escenas de la Biblia, recurrió a Playmobil.
La idea era buena, pero recibió la denuncia porque, para conseguir estas imágenes, tuvo que deformar los muñecos con fuego. El fabricante consideró que esa era una imagen mala para los niños y no quisieron transmitirla.