Otro tipo de piscina que no pertenece a ningún complejo hotelero y de ocio es este lago artificial situado en la península de Reykjanes, Islandia. La entrada cuesta, aproximadamente, 25 euros y, aparte de disfrutar de estas vistas espectaculares, la gente la visita porque sus aguas termales son ricas en sílice y azufre (positivas para la piel) y mantienen una temperatura ideal para el clima de Islandia, 40º.