Con tan solo 18 años, la carrera de Britney Spears era bastante prometedora. En el 2008, al sufrir una caída en su profesión, despertó su adicción a la comida chatarra y subió más de 12 kilos.

Jennifer López es una aficionada a los tacos, hamburguesas y pizzas. Perdió su figura y tuvo que eliminar la comida rápida de su dieta para recuperarla. Confiesa que cada vez que puede va a un fast food.

Tiene una de las mejores figuras pero le ha costado mucho esfuerzo. "Los hot dog son mi debilidad. Rompo varias veces mi régimen para comer hamburguesas. No puedo parar de comer comida chatarra. ¡Es horrible!", asegura Kim Kardashian.

Lindsay Lohan tiene una adicción por la comida poco saludable. Según informó el portal de espectáculos Access Hollywood, mientras Lohan estuvo en la cárcel el año pasado, se le suministró hasta 135 dólares a la semana en comida chatarra.

A Paris Hilton le fascinan las hamburguesas y las papas fritas desde pequeña. Tanta fue su adicción que incluso en prisión pedía que sus amigas le lleven comida chatarra.

El actor de Pulp Fiction es piloto de avión. Según el portal TMZ, Travolta suele hacer una parada técnica para comprar comida chatarra cuando el vuelo es muy largo.

Después de haber sido elegido como el actor más sobrevalorado de la industria del cine por la revista Forbes, Ferrell ahoga sus penas en carbohidratos y grasas trans.

Mientras su esposa Michelle Obama lidera la lucha contra la obesidad y la comida chatarra en Estados Unidos, el presidente Barak Obama se come una hamburguesa cada vez que puede.

Vince Vaghn confesó su amor por los cigarros, el alcohol y la comida chatarra. Después de una estricta dieta, su adicción ya no fue la misma de antes.

Nicole Richie es adicta en especial a lo burritos. Fue víctima de un desorden alimenticio que la llevó a comer de todo. La comida mexicana y la chatarra en particular.