Llama la atención que este aeropuerto sea muy cuestionado por sus baños sucios, tapas rotas de los inodoros, falta de señalización, el mal trato del personal, etc.

Este es el séptimo aeropuerto más concurrido del mundo. Evidentemente, esta cantidad de gente hace que transitar por sus instalaciones sea muy complicado.

Este aeropuerto es maravilloso, pero sus pequeños inconvenientes lo han hecho ingresar a este ranking. Entre ellos, es posible resaltar el caos en el estacionamiento, las demoras que generan los controles de seguridad, el tiempo que tarda salir de ahí, etc.

Las incomodas sillas, los pisos sucios, los pésimos comedores, etc., son solo algunas de las quejas frecuentes en este aeropuerto.

Además de todos sus problemas, este aeropuerto está asediado por frecuentes huelgas de los encargados del equipaje y la tripulación de tierra. Además, este aeropuerto es popular porque en cierta oportunidad se desplomó su techo.

Falta de asientos, colas demasiado extensas, espacios reducidos, restaurantes caros, cortes de luz, etc., son solo algunos de los problemas de este aeropuerto.

La gran cantidad de gente y los controles policiales han hecho que este aeropuerto se vuelva uno de los más odiados del mundo.

Este pequeño aeropuerto es conocido por sus demoras interminables y por su mala organización para hacer los check-in.

Los principales problemas de este aeropuerto son las colas para los taxis, las complicaciones para realizar los check-in, los pocos salones de espera, etc.

Este es el tercer mejor aeropuerto de América del Sur, sin embargo, las molestias en los pasajeros son muy frecuentes.