Esta famosa cadena de restaurantes, propiedad de Arnold Schwarzenegger, Bruce Willis, Sylvester Stallone, entre otros, se declaró en quiebra en 1999.

El famoso luchador Hulk Hogan intentó montar un negocio de comida rápida. Sin embargo, este no duro ni siquiera un año.

La idea de vincular el mundo de la moda con hamburguesas no dio resultado. Este fue un pésimo negocio para Claudia Schiffer, Christy Turlington, Elle MacPherson, Naomi Campbell y algunas otras top models.

Las hermanas Kardashian cedieron su imagen para una tarjeta de crédito. Quienes pensaron que esta sería una campaña exitosa se equivocaron, ya que los consumidores empezaron a quejarse por las altas tasas. Por ello, las hermanas no tuvieron mejor idea que abandonar el negocio.

Kim Basinger invirtió alrededor de 20 millones de dólares en un negocio que buscaba promover el turismo en Braselton, Georgia. Ella perdió casi la totalidad de ese dinero.

Natalie Portman es una conocida defensora de los animales. Por ello, la actriz incursionó en un negocio de calzado que se elaboraba con pieles artificiales. Probablemente, el elevado costo de los zapatos fue la razón por la que el negocio cerró luego de pocos meses.

Nyla fue un restaurante patrocinado por Britney Spears que tras una serie de duras críticas tuvo que cerrar sus puertas luego de tan solo 6 meses.

Nicky, una de las herederas de los hoteles Hilton, quiso iniciar también su propia cadena hotelera. La aventura de la millonaria joven terminó mucho antes de lo previsto.

Eva Longoria incursionó en el mundo de la gastronomía, junto al chef Todd English, a través de su restaurante Beso. El éxito de este local le hizo suponer que podría ampliarlo y abrir una discoteca. Pero este local tuvo que cerrar rápidamente.

En el 2002, Jennifer López abrió un restaurante de comida latina. Sin embargo, 6 años después, tuvo que cerrarlo por falta de fondos.